Los jugadores se dejan caer en un mapa y empiezan sin armas. El mapa está repleto de armas y equipamiento. Los jugadores tienen que explorar constantemente y recoger estos recursos para mejorar su capacidad de supervivencia y su poder de combate. El objetivo principal del juego es ser el último superviviente. Normalmente, hay varios jugadores en cada partida, y se distribuyen aleatoriamente por el mapa. A medida que avanza la partida, la zona segura se va reduciendo gradualmente, obligando a los jugadores a agruparse hacia la zona central, lo que aumenta las posibilidades de encuentro. Los jugadores tienen que buscar armas y otros objetos que puedan mejorar su capacidad de supervivencia.