Toda reina es también una mujer y, como la mayoría de las mujeres, una fashionista de corazón. No creas que las aburridas ceremonias oficiales, los rituales y las reuniones con gente importante ocupan todo su día. También dispone de tiempo personal en el que disfruta de los placeres humanos habituales, como maquillarse y hojear revistas de moda. Además, como aristócrata de la más alta alcurnia, está obligada por su elevado estatus a vestir ropa apropiada para cada ocasión, desde cenas a viajes y presidir eventos. Aunque existe un código de vestimenta (con un alto peso de tradición) para la mayoría de esas ocasiones, aún hay margen para que un diseñador de moda con talento idee nuevos conjuntos imaginativos. Elige un peinado y monta un conjunto elegante con prendas del guardarropa real para cada muñeca.